Enseñanza de lenguas extranjeras a través de las apps. ¿Por qué son útiles?

por | Learning tips, Recursos y herramientas

Las aplicaciones de idiomas son estupendas para aprender a escribir y construir frases básicas.

La expresión «aprendizaje de idiomas» es engañosa. La lengua no es un monolito único, sino un complejo sistema interconectado de componentes que crean una forma de comunicación. El vocabulario se compone de palabras individuales que el hablante debe memorizar.

La sintaxis y la gramática indican al hablante cómo estructurar correctamente estas palabras en una frase. Luego está el sistema de escritura, que es una representación visual de las palabras o de los sonidos que permiten componer las palabras (por ejemplo, en inglés, el sistema de escritura es el alfabeto).

En el caso de los idiomas con un sistema de escritura diferente, como el japonés o el coreano, las aplicaciones lingüísticas pueden ser una forma estupenda de aprender. Duolingo y Memrise utilizan una combinación de tarjetas y sencillos ejercicios de emparejamiento para enseñar a reconocer los caracteres de un nuevo sistema de escritura, mientras que Babbel va un paso más allá al explicar en clase cómo funcionan los nuevos caracteres o sonidos.

Tras unas semanas o meses de lecciones consecutivas, podrás aprender cada sonido y cada símbolo del nuevo sistema de escritura. No podrás entender todas las palabras que leas, pero estarás mucho más cerca que si hubieras empezado desde cero. Sin embargo, esto es sólo una parte del aprendizaje de una lengua. Entender el alfabeto utilizado en ruso no garantiza que se entienda el búlgaro.

Estas aplicaciones también te enseñan mejor las frases básicas de conversación que pueden ser útiles cuando uno viaja. Cuando se visita una ciudad en un país extranjero, es útil aprender algunas frases, como por ejemplo «¿Cuánto cuesta?» Utilizar un diccionario para memorizar estas frases en otro idioma es una forma aburrida y lenta de hacer el trabajo, además, no es realmente «aprender» las frases, sólo memorizarlas.

Por ejemplo, considera la frase italiana «Dov’è il bagno?» Esta frase significa «¿Dónde está el baño?» Sin embargo, sin saber italiano, ¿puedes decir qué parte de la frase es «baño? ¿Podrías cambiar la frase para decir «Dónde está la puerta» o «Dónde está la posada»? Los diccionarios no te enseñan frases enteras, sino bloques individuales, fragmentos. Si decides aprender una lengua con una aplicación conseguirás que tu vocabulario ya no es un conjunto fijo de palabras, sino estructuras flexibles que puedes adaptar a la situación.

Pero lo más importante es que estas aplicaciones son un poderoso recordatorio de que aprender un nuevo idioma no es un trabajo a tiempo parcial. Duolingo tiene notificaciones persistentes infames que te hacen volver y prestar atención a este adorable pájaro verde todos los días. El inconveniente es que puede ser tentador jugar al juego en lugar de aprender realmente. En días especialmente ajetreados, te puedes sentir seducido por ir rehaciendo tus primeras lecciones, sólo para mantener viva tu racha vital. De aquí se desprende otra lección importante: ignorar las reglas en un proyecto de superación personal no perjudica a nadie más que a uno mismo.

<a href="https://ilab.academy/author/polina-ivanova/" target="_self">Polina Ivanova</a>

Polina Ivanova

Polina es la fundadora de ilab.academy, un blog dedicado al aprendizaje de lenguas extranjeras. Con su amplio conocimiento y experiencia, ofrece reseñas sobre programas educativos y consejos prácticos. Habla seis idiomas, tres de los cuales son nativos para ella, y en dos de ellos lleva a cabo su actividad profesional. Además, es estudiante de derecho y germanística en la Universidad de Liverpool y se dedica a la creación de contenido en línea.
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